La costa suroeste de Tenerife es el mayor caldo de cultivo del delfín mular de Europa...

Dispersas en el Atlántico, frente a la costa suroeste de África, las Islas Canarias tienen un atractivo que se extiende mucho más allá de su latitud privilegiada con el desierto del Sahara. La isla más grande de Canarias, atrae a 5 millones de turistas al año por si sola. Un marcado contraste con la emigración masiva durante los siglos XIX y XX, cuando la ubicación aislada de las islas fue un factor que contribuyó al éxodo a las costas de América Latina.
 
Hoy, con dos aeropuertos internacionales en la isla, el aislamiento ya no es un problema. La geografía, en cambio, está recibiendo el reconocimiento que merece, ya que el turismo en este patio de recreo volcánico europeo ha regenerado las costas de una isla que ha hecho que muchos visitantes  prolonguen su estancia.
 
Aquí analizamos solo diez de las razones para visitar Tenerife, la isla de la eterna primavera.
 
Monte Teide
 
Situado a unos impresionantes 3.718 metros de altura, se encuentra el pico más alto de España y el tercer volcán más alto del mundo, el Teide. Su floreciente exterior se asienta cómodamente en el Parque Nacional del Teide, Patrimonio de la Humanidad desde 2007, mientras que los efectos de sus furiosas erupciones se pueden ver por toda la isla. El parque es un imán para aquellos a los que les gusta caminar. Además, con su paisaje lunar y las vistas espectaculares, este es un infaltable. El parque contiene muchos tipos de flora y fauna, todos especialmente adaptados para hacer frente a la gran altitud y al intenso sol de verano. Lava, no tanto.
 
Actualmente inactivo, puedes escalar (o tomar un teleférico) a 3.555 metros de altura y disfrutar de las vistas panorámicas de la isla. Alternativamente, puedes ir hasta la cima, aunque se necesitan permisos ya que el número de personas para llegar a la cima está restringido a 200 por día. Importante si se tiene en cuenta que 2,8 millones de turistas acuden al Parque Nacional del Teide cada año.
 
Celebrado cada febrero en un resplandor de color, el Carnaval de Tenerife atrae a miles de visitantes a las calles de su capital, Santa Cruz, enardeciendo a su población habitual de 250.000. Con desfiles, fiestas callejeras y procesiones, las fiestas están abiertas al público y es obligatorio disfrazarse. Cada año el carnaval tiene un tema diferente, aunque la tendencia de los hombres a vestirse de mujer nunca pasa de moda.
 
Famoso por ser el segundo carnaval más grande después de Río de Janeiro, este gran espectáculo de diversión es un verdadero punto culminante de cualquier visita oportuna a la isla. Prepárate para zapatear, bailar toda la noche y hacer amigos que probablemente no reconocerás de nuevo cuando amanezca y las medias de red, los vestidos y las pelucas elegantes vuelvan a esconderse por un año más.
 
Como isla, es poco probable que sorprenda a nadie que los mariscos sean un factor importante en muchos menús en Tenerife. El Burgado, en Buenavista del Norte es uno de esos restaurantes especializados en pescados y delicias marinas con un entorno idílico en plena costa.
 
Las Papas arrugadas son otro de los platos amados tanto por lugareños como por turistas. Luciendo literalmente como papas arrugadas, estas pequeñas papas se hierven con una cantidad generosa de sal de roca antes de que se drene el agua y se vuelvan a calentar. La salsa mojo es un gran acompañamiento y es un manjar isleño. Hay dos variantes para probar: el mojo rojo a base de pimiento rojo picante, ajo y pimentón y el mojo verde cuyos principales componentes son el cilantro, el ajo, el comino y el pimiento verde.
 
Tenerife cuenta con 5 principales zonas productoras de vino que están certificadas por su calidad. Con una gran variedad de vinos para degustar, visitar una bodega local es una forma ideal de descubrir lo que te gusta. La Bodega Monje en El Sauzal, Santa Cruz, es solo una que abre sus puertas a los visitantes. Ven y aprende sobre la producción local de vino, eventos de arte y música o veladas de vino y saxo.
 
No es ningún secreto que Tenerife goza de un buen tiempo durante todo el año gracias a su envidiable clima subtropical. Visitando en febrero (el invierno más profundo y oscuro de las islas), el bikini y el protector solar todavía tienen una salida. Sin embargo, lo que quizás no sea tan conocido sobre Tenerife es la capacidad de las islas para cambiar sus temperaturas dentro de los aproximadamente 2.000 kilómetros cuadrados de su superficie escarpada. Hacia el norte las temperaturas son más frescas y se necesita un abrigo. Conduce 45 minutos hacia el sur y podrás estar tumbado en la playa de Los Cristianos en tu traje de baño. Sube al Teide y verás nieve. Este microclima (de alrededor de 9 en total) significa que lo que sea que estés buscando, climas frescos para caminar y explorar o cielos resplandecientes para adorar el sol, hay una gran posibilidad de que lo encuentres.
 
En total, la isla tiene alrededor de 100 volcanes (muchos ramificaciones del Teide) que han jugado un papel en la formación del paisaje de Tenerife. La evidencia de estas erupciones es visible en el exterior de la corteza de Tenerife en la actualidad, pero para comprender la historia caliente y ardiente de las islas, es útil sumergirse bajo tierra. La Cueva del Viento, protegida por medidas de conservación desde 1998, es la red de cuevas subterráneas más larga de Europa (oficialmente 18 km (antes 17km)  ya que se ha descubierto 1 km más). Las cuevas se formaron por el flujo de lava durante la erupción de Pico Viejo, lo que provocó que los tubos de lava avanzaran hacia el mar (aunque hoy no es posible recorrer todo el camino porque las rocas han bloqueado la ruta). Las visitas a la Cueva del Viento son únicamente con guía, en grupos de hasta 16 personas.
 
Uno de los grandes atractivos de Tenerife, junto a sus cielos soleados durante todo el año, son las playas de la isla. Con el mejor clima en el sur de la isla, la mayoría de las playas más populares de Tenerife se pueden encontrar en Costa Adeje, Playa de las Américas, Los Cristianos y Los Gigantes. Sin embargo, eso no quiere decir que el norte no tenga sus joyas. Las Teresitas, que se encuentra al norte de la capital de la isla, Santa Cruz, es un lugar pintoresco para extender la toalla, con rompeolas en alta mar que crean un tranquilo refugio acuático lleno de peces.
 
La herencia volcánica de Tenerife ha dado lugar a que muchas playas de la isla cuenten con un exótico manto de arena negra. Estas playas se encuentran más comúnmente en el norte de la isla, mientras que las arenas amarillas que generalmente se ven en otras partes del mundo se encuentran en los centros turísticos favoritos del norte. Esta arena también es bastante exótica, ya que proviene del Sahara para apaciguar a aquellos que no quieren la arena local al natural.
 
Las aguas de Tenerife albergan una sorprendente variedad de vida marina, desde peces de colores hasta delfines, tortugas y no menos de 21 especies de ballenas. De hecho, Tenerife es el mejor lugar de Europa para ver ballenas en libertad, mientras que la costa suroeste de la isla es el mayor caldo de cultivo del delfín mular de Europa.
 
Durante mi visita tuve la suerte de unirme a un viaje para nadar con tortugas, llamado sobrevuelo, con The Ocean Dreams Factory. Su visión es llevar a la gente a ver estas hermosas criaturas y usar el dinero para ayudar a los proyectos de conservación marina. Los números están estrictamente limitados para no destruir el hábitat de la tortuga. Nadando de cerca con estas graciosas criaturas, no mostraron miedo y claramente se han acostumbrado a la interacción humana. Una interacción que asegura que estas asombrosas criaturas sigan siendo parte del encanto de Tenerife en los años venideros.
 
Aléjate de la bulliciosa capital de Tenerife y de los prósperos puntos turísticos y serás recompensado con una gran variedad de bonitos pueblos y aldeas tradicionales que piden ser recorridos. Ya sea que le robes un par de horas a la playa para mezclarte con los lugareños o te tomes un día entero para empaparte del ambiente de la isla durante un largo almuerzo en la terraza de un restaurante.
 
Garachico es una de esas ciudades que tiene un encanto lejos de una mera playa de arena. Su costa volcánica y las piscinas de roca añaden un atractivo rústico y la plaza principal rodeada por el ayuntamiento, la iglesia y las casas estilo patio rezuma una seguridad relajada. Ya que una vez fue el principal puerto comercial de las islas, este tiene una buena cantidad de historia que contar. Víctima de los deslizamientos de tierra en 1645 y de la erupción del Volcán Negro en 1706, ciertamente ha encontrado en la naturaleza una fuerza formidable, pero ha llegado al otro lado con una sonrisa.
 
Tenerife es uno de los mejores lugares del mundo para observar las estrellas gracias a su latitud que permite contemplar todas las constelaciones del hemisferio norte durante todo el año. Con el gobierno tomando medidas enérgicas contra la contaminación lumínica, es posible contemplar el cielo nocturno desde varios puntos de la isla. Un observatorio muy conocido y de renombre es el que se encuentra en la cima del Teide (acertadamente llamado Observatorio del Teide). Sin embargo, algunos hoteles, como Bahía del Duque, tienen sus propios observatorios en el lugar para uso de los huéspedes, lo que te permite vislumbrar uno de los cielos más despejados del mundo.