Este vibrante espectáculo de disfraces, color y “cachondeo” data del siglo XVIII.

Nadie celebra como los españoles. Hecho. Ya sea Semana Santa en Sevilla, Fallas en Valencia o La Tomatina en Bunyol, este es un país que sabe cómo divertirse con estilo. Olvídate de las exhibiciones de turistas juerguistas en Magaluf, dirige tu atención a escenas de lugareños joviales, fuegos artificiales y disfraces: gente de todas las edades bailando y cantando, llenando las calles con un ambiente de fiesta tan contagio que incluso ha entrado en el libro de récords.
 
Da un paso adelante el Carnaval de Tenerife, un verdadero punto culminante del calendario de eventos de Tenerife. Este vibrante espectáculo de vestuario y color data del siglo XVIII y entró en el Libro Guinness de los Récords en 1987 por atraer a la mayor multitud de personas (250.000) a un concierto al aire libre (lo cual no es tarea fácil). Hoy es el segundo carnaval más popular del mundo (después de Río) e incluso se ha hermanado con el animado pueblo brasileño, consolidando aún más su posición, como uno de los eventos más destacados del mundo.
 
Durante unas tres semanas, la isla se llena de alegría con coloridas fiestas callejeras, bailes, música en vivo y, por supuesto, la elección de la Reina del Carnaval. Aquí verás increíbles trajes que se elevan hasta el cielo adornados con lentejuelas, plumas, plástico, papel y telas de colores. Como la mayoría pesa hasta 150 kilogramos, se necesitan carrozas para desfilar las creaciones por las calles. Votada por importantes figuras y celebridades locales, la Reina del Carnaval es un galardón prestigioso, y como se espera que represente a las Islas Canarias en las ferias turísticas durante todo el año, implica más que simplemente lucir bien con un atuendo elaborado (aunque estoy seguro de que esto no hace daño a nadie).
 
La capital de Tenerife, Santa Cruz, es donde se encuentran las reuniones más grandes. Los días están llenos de murgas, comparsas y rondallas que divierten a la multitud con grupos musicales que realizan actuaciones, artistas disfrazados que ofrecen espectáculos de pantomima y, por supuesto, los elaborados desfiles. Llega la noche y la fiesta comienza con el carnaval callejero que ilumina la capital, donde la música y el baile envuelven a la multitud de fiestero vestidos de variadas formas, desde monjas, Marilyn Monroe o piratas hasta personajes de Disney, vacas o bailarinas exóticas. Miles vienen de todo el mundo para unirse a la diversión disfrazándose y pavoneándose al ritmo de la música latina y caribeña.
 
Otra parte icónica del Carnaval de Tenerife es el entierro de la Sardina. Celebrado el primer día de Cuaresma, la gente sale a la calle vestida de negro mientras una sardina de papel maché desfila por las calles seguida por viudas sollozantes (no solo mujeres) antes de quemar la sardina y disparar fuegos artificiales al cielo. (Confía en nosotros, otra cosa que saben hacer en Tenerife es montar un espectáculo de fuegos artificiales).
Tenerife es un gran lugar para visitar en cualquier época del año, con centros vacacionales bien establecidos que ofrecen escapadas a la playa para divertirse bajo el sol y el escarpado paisaje volcánico que ofrece un verdadero escondite para escaparse de todo. Sin embargo, ven durante el Carnaval y verás un lado completamente diferente de la isla. Un lado en el que no eres solo un espectador, sino que eres parte del evento.